Desde las cloacas del infinito
La calma me invade, los impulsos eléctricos entran en cortocircuito. La tibia carga vital se desvanece y me hundo en las cloacas del infinito. Me dejo arrastrar por la corriente y busco fundirme con la luz que aún no diviso. En la marea se esconden las cosas que nunca fueron. Y desde el cielo las aves de rapiña se mueven en círculos, en busca del último latido.
El refugio de los pecados se convierte en una catedral en llamas. Crucifican a otro cristo. Envenenan el vino sagrado. Y mientras la vida se sucede, apenas queda la parodia de sus enseñanzas.
El refugio de los pecados se convierte en una catedral en llamas. Crucifican a otro cristo. Envenenan el vino sagrado. Y mientras la vida se sucede, apenas queda la parodia de sus enseñanzas.
2 Comments:
Recuerdo la época en que las coincidencias prometían futuros y los árboles juraban eternidad... Ahora sólo esperamos que sea demasiado tarde
me trajo recuerdos a cuando leía a leautremont en los acalorados veranos montevideanos , sin fuerza para salir a dar una vuelta , tirado en el piso , con el turbo a todo lo que daba.
pero es una sensación nomás... como la de llegar hasta aquí y decir esto.
extraño . no?
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