Juego sin reglas
La anarquía es un virus que se instala en los pulmones. Cada vez que alguien se abre la piel, y disfraza el aliento en viento, la carne se endurece hasta convertirse en cuero. Los ojos enrojecidos de noches de caza y perdición se enfrentan a un cielo blanco, casi tan ordinario como una hoja arrugada tirada al costado de una papelera.
Las gotas de veneno se confunden en el reloj de arena y caen convirtiendo al tiempo en barro. La lombriz asoma su cuerpo a través de la laringe y su existencia se transforma en lengua, y su ignorancia se vislumbra en ojos.
Las intenciones jamás serán reveladas. Sólo el acto permanece, tan solo hasta desaparecer.
Las gotas de veneno se confunden en el reloj de arena y caen convirtiendo al tiempo en barro. La lombriz asoma su cuerpo a través de la laringe y su existencia se transforma en lengua, y su ignorancia se vislumbra en ojos.
Las intenciones jamás serán reveladas. Sólo el acto permanece, tan solo hasta desaparecer.
2 Comments:
La anarquía es tan desagradable como la pascualina
Solo que la pascualina no escribe grafitis en las paredes ni quema banderas, ni es reaccionaria. La pscualina es una maldad pasiva.
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