EL PERRITO QUE REÍA

¿Se puede sobrevivir como escritor?

Nombre: El perrito que reia
Ubicación: Vanuatu

Me levanto con los ojos rojos.

domingo, agosto 07, 2005

Crónica de un sábado a la noche antes del ataque

Bien, son las 23.39 del sábado. De un momento a otro estaré rodeado de deliciosas criaturas perfumadas. Quizás logré hacerlo con alguna de ellas. Quizás no… es lo más probable.
Lo cierto es que ahora una ilimitada esperanza me ha poseído. Mientras espero la hora de salida escribo. Es lo mejor que sé hacer... y tampoco es tan bueno.
Voy por el segundo whisky. Cuando estoy en casa me doy el gusto y tomo buenos whiskys. Algo raro para la tatucera, pero necesario para mi organismo. Ya no tengo 18 años. Me quedan unos meses para los treinta y el hígado ya está resentido.
Lo cierto es que estoy tomando el whisky de la perdiz. Es muy rico. Lo recomiendo. Soy un hombre de whisky. Lo prefiero a otra bebida. El vermouth es veneno en estado puro, es la bebida que el cuerpo demora más tiempo en eliminar; la cerveza es una puta infestada, te seduce, vas por más y luego pagas con tu propia sangre.
El whisky, sin embargo, es una bebida noble. Etimológicamente quiere decir Agua de la Vida. Siglos atrás se creía que tenía poderes curativos, y vaya si los tiene. Un buen whisky no tiene parangón (esta frase está sólo porque tenía ganas de usar la palabra “parangón”).
Estoy algo tocado. Puedo sentirme más liviano y poderoso. Sé que afuera está lleno de fieras hambrientas pero voy bien preparado. Llevo la cabeza conmigo, y eso un sábado a la noche puede ser la diferencia entre volver o no.
Solía dejarla en casa y muchas veces cometí estupideces varias. Ahora estoy mejor. Estar cerca de los treinta es mejor que estar cerca de los veinte. Físicamente todavía aguantás 15 rounds, y lo mejor es que mentalmente los tomás más tranquilo. Medís al rival y bailas sobre el ring. Cuando sos más joven querés terminar la pelea lo antes posible. Ahora no, disfrutás de cada asalto y la ansiedad no te domina. Eso es muy bueno. Cada fin de año mi único deseo para el año que entra es bajar un poco la ansiedad. Dominando la ansiedad tenemos gran parte de la vida ganada, aunque la derrota sea el único fin posible. Por más que te esmeres vas a salir muerto de esta vida. Así que nena, nene, ponte a brillar, no le niegues el saludo a nadie y disfruta de la noche al igual que el día.
El mundo está repleto de zorras pretenciosas que lo único que quieren es la “seguridad”, como si ello existiera. No se dan cuenta que la condición natural del mundo es el caos, y que el orden apenas es un espejismo, un orden impuesto por la razón para no perder la razón.
Ahora son las 23:51. No sé cómo diablos ha pasado tanto tiempo pero el tiempo pasa, es así de simple y terrorífico.
No sé qué disco poner. Tengo en mis manos todos los discos de los White Stripes, uno de Distillers, Harrison, Beatles, un disco de mi hermana de Maroon 5, la Velvet… pero al final no me decido por ninguno y agarro “My Shared Folder” Me topo con “Echo And The Bunnymen” y arremeto con Lips like sugar.
Me acuerdo de The killing moon y de Donnie Darko, y siento que tengo algo de Donnie adentro. La obsesión con los viajes en el tiempo y la desesperanza, el saber que todo siempre va a ir de mal en peor, no importa lo que haga.
Unos pocos son elegidos para “living la vida loca”, otros para verla pasar por televisión y está el tercer grupo… el condenado asunto de analizar lo que sucede.
Yo pertenezco a ese grupo. He sido bendecido y condenado a la vez. He sido iluminado por sobre la masa deforme y veo cosas que otros no ven. Mi mente sugiere escenarios siniestros, palabras contagiosas, imágenes borrosas sobre la espesa niebla de un futuro anárquico, donde la única ley es que no hay leyes.
Dentro de poco estaré por ahí, de gira con mi caparazón, y seguramente le contaré algo gracioso a una chica, y esa chica se reirá, y juntos la pasaremos muy bien, y alguien que pase por ahí va a pensar que soy un idiota y muchas otras personas que estén por ahí pensarán muchas cosas de mí. Algunas serán correctas, otras simples y falsas deducciones. Pero no me importa. Porque así se mueve la noche. Así se mueve la vida. Somos disfraces en un mundo de espejos. Regalamos amor a quienes no lo merecen y dañamos a quienes nos aman. Todo está patas arriba.
Bien, ahora pongo Candy de Iggy Pop. Eso me pone de bueno humor.
Ya son las 0:01. Es domingo. Debo dejar de escribir, ir por la campera, la bufanda y salir en busca del amor. Uno siempre sale en busca del amor y rara vez lo encuentra. Considérate un afortunado si lo tienes a tu lado. Sin él siempre es invierno y, aunque hayas echado buenas raíces, tu árbol nunca dará flores.
Hoy voy por una flor, aunque sea de plástico, algo va a adornar mi vida en las próximas horas. Quizás seas tú.

10 Comments:

Blogger Natalia Mardero said...

Sublime, simplemente sublime, y no me refiero a la banda con el mismo nombre. Ahora entiendo por qué me decías que puedo rendir más, tengo que abrir mi corazón así.
Fa loco! yo también estoy por cumplir 30 y me pasan cosas parecidas.
Otra cosa: prestame el disco de Distillers! tenés el último? me encanta la voz de la cantante, siempre quise cantar así. Como no pude, me largué a aprender batería (andá pal fondo, bien al fondo)
Qué bien lo pasamos ayer! yo me cagué de risa, con 3 vodkas con naranja la vida se ve mejor (recomiendo el vodka también como bebida hiper noble, me desperté sin dolor de cabeza y sin vueltas en la panza)

Besos campión de las pistas de baile!

8/07/2005 11:15:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me quedó sonando eso de que uno sale en busca del amor...Creo que ese es el error en que muchos caemos y nos hace cometer muchas estpideces.
Al amor no hay que salir a buscarlo él es quien nos tiene que sorprender y encontrar a nosotros!!Y ojo con pasarse de la dosis de whisky o vodka, que de flores de plástico está llena la noche.
Perdamos la razón en unas copas...ropamos los espejos y rasguemos los difraces!!

Ah, y con respecto a las bebidas, no recomiendo las mezclas de whisky con red bull, vodka con naranja y cerveza...
La noche de ayer fue muy divertida chicos (nechi, bolo, julia...etc) pero hoy me siento un poco aturdida

8/07/2005 11:47:00 a. m.  
Blogger El perrito que reia said...

Hoy fui a ver Charly y la fábrica de chocolate. El cine estaba lleno de niños, yo incluido.
Nada más que agregar.

8/07/2005 09:28:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

martin, no te deshagas de la ansiedad, que parece que es lo unico que te mueve a esta altura.

o mejor, termina con la ansiedad, paralizate, hiberná, y despues vas a ser otro ser.

otro ser, capaz de prescindir del whisky, de bukowski, del amor, para vivir.

8/08/2005 11:40:00 a. m.  
Blogger Natalia Mardero said...

No se puede prescindir del alcohol, la literatura y los entramados del amor, menos si sos escritor/a como nos.

ÑEJ!

8/08/2005 04:41:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que novelas han publicado?

8/08/2005 05:05:00 p. m.  
Blogger El perrito que reia said...

yo publiqué "Volox 500mg" la compleja historia de un espía de la ex Unión Soviética que se cansa de esperar una misión y se dedica a componer música electrónica. Un día descubre que a través de la música puede enviar mensajes a sus camaradas y finalmente comanda la nueva revolución del proletariado, reinstaurando el comunismo en todo el mundo salvo en la base Artigas en la Antártida.
Después publique también una novela sobre una cocinera que se corta un dedo y decide dejar de cocinar hasta que un día se muere de vieja (esta no tuvo éxito y no creo queb lo tenga nunca)
Otra que tengo casi terminada y a punto de publicar es Entre la paleta y la paella.
Franco, un obrero metalúrgico español, que atraviesa la crisis de los cuarenta años, se encuentra desencantado de la vida. Su rutina lo lleva del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. Su única válvula de escape son los partidos de pelota vasca que pasan noche a noche por la televisión.
Su señora, María Conchita, harta de ver a su esposo hundirse en un sopor interminable, y ansiosa de tener sexo al menos una vez cada 10 años, decide poner fin a ese estado patético en el cual se encuentra la pareja.
Así, con la ayuda de un experto en marketing norteamericano, idea una estrategia en la cual pone en una encrucijada a su esposo.
Éste debe decidir entre seguir los juegos de pelota por la televisión o saborear la deliciosa paella que prepara su mujer.
Un libro con un desenlace para nada asombroso, ya que Franco se decide como era de esperar por la Pelota, abandona a su esposa y vuelve a la casa de la madre, quien le prepara no solo deliciosas paellas, sino que además le hace gazpacho, tortillas y hasta le tiende la cama.
La mujer por su parte se queda con el experto en Marketing norteamericano, quien queda fascinado por la paella. Pero lo que María Conchita aún no sospecha es que su nuevo amante es fanático del fútbol americano.

8/09/2005 12:58:00 a. m.  
Blogger Psicosputnik said...

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8/09/2005 03:24:00 a. m.  
Blogger hi way said...

la pregunta obligada: ¿cómo estuvo la noche del sábado?

8/09/2005 11:16:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

perrito sos el mejor, me encanta todo lo que escribis, incluso me derrito con las comas y los puntos
i love you

8/09/2005 04:36:00 p. m.  

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