99% probabilidad de precipitaciones
Bienvenida melancolía, susurro empalagoso de la tristeza, brisa de primavera, viento que se apaga tras la tormenta.
Escucho risas a lo lejos. Cruzan ríos y océanos, se pierden en el horizonte. Alumbran carencias a la sombra de un faro perdido rodeado de sirenas.
Huelo el recuerdo del pasto crecido, el rocío de mañanas olvidadas, la indolente capacidad de amar.
Siento el ardor de una espina, clavada hasta el hueso. Y el músculo que deja de gritar...
Veo un ejército de hormigas a lo lejos. La marcha carente de razón. Un eterno paisaje de sobrevivientes.
Bienvenida melancolía, refugio sagrado de los sentidos. Alimento profano del espíritu.
Vaho de sangre, humo onírico, angustia alada.
Escucho lamentos a través de los átomos de las ideas. Huelo la aureola mortal que sobrevuela una fosa. Siento la contradicción vital. Veo un nombre en una lápida.
Bienvenida melancolía, pócima milagrosa de la experiencia. Vendaje transparente. Luna de sal entre nubes y remolinos. Musa salvaje, Mesías prófugo, tiempo y amor, odio y espacio, nervios crucificados.
Bienvenida melancolía a este abrigo de piel, entre lo absurdo y la inevitable excusa de ser.
Escucho risas a lo lejos. Cruzan ríos y océanos, se pierden en el horizonte. Alumbran carencias a la sombra de un faro perdido rodeado de sirenas.
Huelo el recuerdo del pasto crecido, el rocío de mañanas olvidadas, la indolente capacidad de amar.
Siento el ardor de una espina, clavada hasta el hueso. Y el músculo que deja de gritar...
Veo un ejército de hormigas a lo lejos. La marcha carente de razón. Un eterno paisaje de sobrevivientes.
Bienvenida melancolía, refugio sagrado de los sentidos. Alimento profano del espíritu.
Vaho de sangre, humo onírico, angustia alada.
Escucho lamentos a través de los átomos de las ideas. Huelo la aureola mortal que sobrevuela una fosa. Siento la contradicción vital. Veo un nombre en una lápida.
Bienvenida melancolía, pócima milagrosa de la experiencia. Vendaje transparente. Luna de sal entre nubes y remolinos. Musa salvaje, Mesías prófugo, tiempo y amor, odio y espacio, nervios crucificados.
Bienvenida melancolía a este abrigo de piel, entre lo absurdo y la inevitable excusa de ser.
9 Comments:
Lo leí, más de una vez. Me helé.
Parece que hoy es un día diferente. Destapaste algo que estaba encorchado. Mejor.
Uruguay no tiene nada que envidiarle al resto con tu presencia.
Un abrazo.
oh melancolía, señora del tiempo....
Tengo novedades! Ahora hago parte de este undercybermundo. jeje!
palabras bellas, melodiosas, casi tatuadas en la piel.
bien por vos!!
bb
Ahora entiendo todo. Ahora sí.
No hay melancolía sin memoria y memoria sin melancolía...
:).
:(
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Recibir un estado de ánimo cuatro veces y de manera intercalada exorciza al huesped.
Para el quinto agazajo los ánimos ya habrán cambiado.
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