EL PERRITO QUE REÍA

¿Se puede sobrevivir como escritor?

Nombre: El perrito que reia
Ubicación: Vanuatu

Me levanto con los ojos rojos.

martes, diciembre 19, 2006

Viejos pecados para nuevas almas

En el infierno se relamen. La angustia y la ansiedad se funden en la masa ardiente. Todos esperan la llegada del ángel oscuro, de alas negras, de horizontes vacíos. Todos salvo él. La sombra roja le revela un par de cuernos que apuntan hacia el cielo. Se desliza en charcos de sangre y deja la huella de la cola en el piso. Va hacia su sofá favorito, enciende la televisión y pone el canal de historia. Imágenes de Hiroshima en llamas copan la pantalla.
Abre una cerveza, bebe un trago, eructa y se pasa las garras por la boca.
Todos están nerviosos. Un nuevo despojo humano está a punto de atravesar la puerta. Él sabe que algo va a cambiar y mira hacia arriba. Algún día tenía que pasar.

jueves, diciembre 07, 2006

Museo de cera

Un paso, otro paso, y la mueca del bufón se convierte en una figura de cera. El museo por fin cierra sus puertas y hay huellas de sonrisas en el aire. Pero la puerta continúa cerrada.
Nadie entra, el disfraz vital descansa en la oscuridad a la espera de que las luces se prendan y otra vieja estatua termine despedazada en un basurero.

miércoles, diciembre 06, 2006

Buen día!

Un rayo de luz se multiplica a través de las rendijas de la persiana.
La aurora. El eterno amanecer de los amaneceres. La inevitable conjunción de lo cotidiano con lo fantástico. El parto rutinario de las oportunidades.
La única pasión por la que, todavía hoy, algunos se atreven a abrir los ojos y a cargar con cafeína los músculos, tan sólo para sentir un tímido latido adentro suyo.