Matar el tiempo

Un disparo en la cabeza
El cuello atado
Whisky y pastillas
O mil cigarros

Cicuta

La aguja infectada
Sida o televisión
Un ser asesinado
O devorado por un león

La llave del gas abierta
Un encendedor
Cuidado! Curva peligrosa
En el desierto sin protector

Mientras tanto mato el tiempo
Antes de que el tiempo
termine de matar al tiempo
lo que alguna vez comenzó

Lo que dura un instante.

Sin parmanecer demasiado tiempo en la superficie, el malabarista de los conceptos, se hundió nuevamente en el pantano de la infertilidad más absoluta.
Una mano fría y temblorosa lo saludó desde tierra firme e inmediatamente se perdió entre el barro.

La Locura

Erasmo descubre que a su lado descansa la Locura. Parece inmersa en pesadillas. Decide levantarse de la cama sin hacer el menor ruido. No quiere molestarla. Aún sabiendo que su compañía no la está pasando nada bien.
Cada uno de sus movimientos es cuidado hasta el límite de la perfección. Se adueña del silencio. El movimiento apenas parece contaminar la inercia.
Cuando al fin consigue apartarse de la cama, siente un misterioso llamado.
- Erasmo, Erasmo... - repite una voz que le suena familiar.
La voz proviene de algún sitio de la habitación. Mira hacia arriba y se encuentra con el techo blanco, la lámpara y su sombra.
Las paredes húmedas de la habitación permanecen inalterbales (¿por qué hay rejas en las ventanas?). Sólo en la cama algo ha cambiado. La Locura ha desaparecido y es su propio cuerpo dormido el que ocupa ese lugar.
Quiere ir hacia él, tomarlo de las manos, despertarlo, pero moverse le resulta imposible. El miedo se apodera de su existencia. Su propio cuerpo se retuerce, tiembla y sufre una condena oculta. La pesadilla se adueñó de su propia experiencia y, hasta que no suene el despertador, es violado una y otra vez por la Locura, que sin vacilar, se mueve de un lado a otro de la cama haciendo el mayor ruido posible sólo para despertarlo

Cualquier idiota puede escribir poesía

Cualquier idiota puede escribir poesía
emborracharse y hasta contagiarse de sarna
Cualquiera puede desafiar a la muerte
exponer las palabras, mutilarlas

Dibujar letras en la arena
Profanar hojas en blanco
Saltar desde un precipicio
Y despertarse en lo alto

Cualquiera es producto de su obra
desechos que son parte del alma
Lágrimas detrás de una firma
Sangre seca, coagulada

Apretar del gatillo
Volarse los sesos
Ocupar una fábrica
No volver a casa
Asesinar al vecino
Recitar un sermón
Arruinar un buen traje
Esquivar la razón
Asumir la ignorancia
Simular los sentidos
Acampar en la niebla
Silenciar los latidos

Cualquier idiota puede escribir poesía
menos yo

La inmortalidad

Vagaba por el borde de la vía láctea en busca de un tornillo olvidado por un ejército repleto de metales y viscosidad. Del blanco al gris y del gris al negro. Major Tom cabalga una medusa gigante que flota en el polvo incandescente. Detrás de una esponja fucsia la hemorragia de un recuerdo baña la frente de los dueños del universo. Antes del silbato, una lágrima. Y antes de la lágrima, un soneto:

"Amor constante más allá de la muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;

Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:

Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado"

Quevedo.

Grandes momentos en la historia del Marco Legal del Río de la Plata

"Sr. Ministro de la Suprema Corte de Injusticia, lamento profundamente haber omitido parte de mi discurso, pero lo cierto es que me olvidé la hoja número cuatro y la hoja número cinco en mi casa. Si mi señora hubiera estado realizando tareas domésticas y no en clases de meditación zen, quizás podría habérmelas mandado en un taxi.
Por tal motivo le pido, en nombre de todos aquellos que tenemos nombre y en los que no, que me otorgue una prórroga para presentarle a la Corte como es debido el proyecto de Ley destinado a los derechos sociales de las amas de casa y a reinstaurar el Virreinato del Río de la Plata"

Extraido del libro Grandes Momentos en la historia del Marco Legal del Río de la Plata. Autores Varios.
Pag. 77. Diálogo entre el abogado A.A. López y el presidente de la Suprema Corte de Injusticia.



"La mejor ley es aquella que se puede quebrar"

Extraido del libro Grandes Momentos en la historia del Marco Legal del Río de la Plata. Autores Varios.
Pag. 3380. Pedro II a dos mendigos que pasaban por ahí.



"Si el acusado admite su culpabilidad no entendemos, su Señorita, por qué entonces el abogado defensor insiste en asumir la inocencia de su cliente, cuando todo el mundo sabe que la víctima aquí presente, presenta claros signos de haber sido mordida en las nalgas por un objeto volador no identificado, más conocido como UFO"

Extraido del libro Grandes Momentos en la historia del Marco Legal del Río de la Plata. Autores Varios.
Pag. 5,8. La Ciccolina en un emotivo gesto hacia ALF.


Este libro no está en venta en las librerías. Lo podés solicitar por la interné a la página www.elperritoquereia.blogspot.com

Si sos abogado y lo podés comporbar dentro de los primeros diez días hábiles de cada mes, te llevás de regalo la constitución política de Bolivia de 1967 (con ilustraciones de su autor)

Juego sin reglas

La anarquía es un virus que se instala en los pulmones. Cada vez que alguien se abre la piel, y disfraza el aliento en viento, la carne se endurece hasta convertirse en cuero. Los ojos enrojecidos de noches de caza y perdición se enfrentan a un cielo blanco, casi tan ordinario como una hoja arrugada tirada al costado de una papelera.
Las gotas de veneno se confunden en el reloj de arena y caen convirtiendo al tiempo en barro. La lombriz asoma su cuerpo a través de la laringe y su existencia se transforma en lengua, y su ignorancia se vislumbra en ojos.
Las intenciones jamás serán reveladas. Sólo el acto permanece, tan solo hasta desaparecer.