Un perfume casi vacío
No dejes la llave de gas abierta cuando me vaya a dormir
Preferiría despertar en mi cama. Ver las cosas de siempre. Mi reflejo a través de la pantalla apagada del televisor. Una botella de plástico con agua apenas en el fondo. Los championes tirados a mitad de camino entre la ventana y la puerta. La hora intermitente en el reloj despertador. Libros desparramados en la mesita de luz. Un perfume casi vacío.
No sueltes una araña venenosa entre las sábanas. Tengo varias cosas que hacer mañana. No es un día sencillo. Comienza con un rápido desayuno y termina con una rápida cena al costado de cualquier camino desierto. El medio está repleto de actividades. Distinguir el número del ómnibus que se acerca a la parada entre la niebla marrón y armaduras oxidadas. Saludar a todos en la oficina. Sentarme frente a una computadora y jugar a organizar el mundo antes de que sea demasiado tarde para jugar.
No permitas que Greenpeace clausure mi sueño. No hagas que asalten mi psiquis, mi pequeño y acogedor ambiente, y que la conviertan en un campo de batalla. No lo hagas. Por favor, al menos intenta conmprenderme. Haz el esfuerzo y dame un minuto más de eternidad.
No discutas con los del pelotón de fusilamiento. Ellos no tienen la culpa, sólo cumplen órdenes. No los juzgues. La culpa se encargará de todo. Mientras tanto observa el horizonte. De un momento a otro se esconderá el sol. Llegarán desde el este los caballos blancos. Volverán los espiritus a lucir sus trajes. Se enredarán las flores en los muros. Arderán los injustos en sus palacios. El día durará mil noches. Las aguas se llevarán los pecados. Y al final sólo quedará el vapor de otro recuerdo.
Preferiría despertar en mi cama. Ver las cosas de siempre. Mi reflejo a través de la pantalla apagada del televisor. Una botella de plástico con agua apenas en el fondo. Los championes tirados a mitad de camino entre la ventana y la puerta. La hora intermitente en el reloj despertador. Libros desparramados en la mesita de luz. Un perfume casi vacío.
No sueltes una araña venenosa entre las sábanas. Tengo varias cosas que hacer mañana. No es un día sencillo. Comienza con un rápido desayuno y termina con una rápida cena al costado de cualquier camino desierto. El medio está repleto de actividades. Distinguir el número del ómnibus que se acerca a la parada entre la niebla marrón y armaduras oxidadas. Saludar a todos en la oficina. Sentarme frente a una computadora y jugar a organizar el mundo antes de que sea demasiado tarde para jugar.
No permitas que Greenpeace clausure mi sueño. No hagas que asalten mi psiquis, mi pequeño y acogedor ambiente, y que la conviertan en un campo de batalla. No lo hagas. Por favor, al menos intenta conmprenderme. Haz el esfuerzo y dame un minuto más de eternidad.
No discutas con los del pelotón de fusilamiento. Ellos no tienen la culpa, sólo cumplen órdenes. No los juzgues. La culpa se encargará de todo. Mientras tanto observa el horizonte. De un momento a otro se esconderá el sol. Llegarán desde el este los caballos blancos. Volverán los espiritus a lucir sus trajes. Se enredarán las flores en los muros. Arderán los injustos en sus palacios. El día durará mil noches. Las aguas se llevarán los pecados. Y al final sólo quedará el vapor de otro recuerdo.