Alarido
Bajo la atenta mirada de la duda, los caballeros tristes esconden las flores. Se miran entre ellos intentando obtener una sólida respuesta que los aleje de la incertidumbre.
La noche invade incluso hasta los rincones más oscuros. Los párpados están en alerta. Las manos continúan su temblor habitual. Las pupilas se dilatan. El plan maestro sigue su curso. Las panteras buscan la pasta que los libere del dolor. Aquellos cerebros putrefactos se resignan ante su propio destino. Así caminan entre secos matorrales.
Y como siempre sucede, alguien va a gritar esta noche.
La noche invade incluso hasta los rincones más oscuros. Los párpados están en alerta. Las manos continúan su temblor habitual. Las pupilas se dilatan. El plan maestro sigue su curso. Las panteras buscan la pasta que los libere del dolor. Aquellos cerebros putrefactos se resignan ante su propio destino. Así caminan entre secos matorrales.
Y como siempre sucede, alguien va a gritar esta noche.